El nuevo sistema llamado Bio-Barcode permite resguardar los datos de los usuarios y al mismo tiempo certificar la propiedad, la integridad y la autenticidad de la información.
Aunque Chile se encuentra por estos días en medio de un periodo crítico de la pandemia provocada por el coronavirus, en paralelo se trabaja para el momento en que la población comience a retomar sus actividades, con todos los resguardos y medidas necesarias para prevenir nuevos brotes, tal como ya lo hacen países europeos que superaron el peak de la enfermedad.
Una de las medidas que están considerando varios países desarrollados es la implementación de un pasaporte sanitario para verificar el estado de salud de la población. Sin embargo, esta iniciativa genera dudas en cuanto a la protección de la privacidad de la información de las personas.
Es en este contexto que everis, compañía perteneciente a NTT DATA, propone un certificado o pasaporte sanitario biométrico Bio-Barcode, que consiste en un código QR de alta densidad donde se almacena información sanitaria asociada con una plantilla biométrica.
El pasaporte sanitario biométrico consiste en almacenar cierta información médica de relevancia, por ejemplo, como los resultados de las distintas pruebas médicas como PCR o test rápidos o cartilla de vacunación, para que cada usuario siempre la pueda tener a disposición de manera fácil y rápida ya que se debe compartir con las entidades autorizadas. Sin que las personas tengan que ceder esta información a las instituciones ni que sus datos se encuentren almacenados en ningún sistema centralizado. El uso del Bio-Barcode de everis garantiza la seguridad de los datos para que solo aquellas entidades autorizadas pueden desencriptar la información.
“Este pasaporte de everis está firmado y cifrado usando criptografía, y puede estar asociado, si así se requiere, a certificados digitales emitidos por una fuente de confianza, como por ejemplo una institución gubernamental (autenticidad). De esta forma, cualquier intento de modificación del pasaporte hace que se invalide inmediatamente (integridad). Además, la plantilla biométrica permite comprobar fácilmente que la información pertenece a una persona determinada, evitando el fraude (propiedad). Todo esto combinado garantiza que la información médica es válida y segura, lo que aporta confianza a todas las partes implicadas”, explica Miguel Teixeira, CEO de everis Chile.
Lo primero que se debe realizar es identificar la identidad del usuario a través de la verificación de sus documentos y validación de identidad con datos biométricos. La aplicación recopila la plantilla biométrica y otros metadatos para agregar esta información al Bio-Barcode. Garantizando la homogeneidad en la recopilación de datos, control y rigor en el proceso de verificación de identidad previo a la emisión de la credencial, automatización del proceso, mayor seguridad del proceso en general, e integridad en la cadena de custodia de la información.
Miguel Teixeira, CEO de everis Chile, complementa que “posteriormente, se realiza la emisión de una credencial con los datos biográficos y biométricos con un código de barras que incluye la plantilla biométrica (facial o huella digital) encriptada y firmada con criptografía. Las claves criptográficas son propiedad de la organización que emite la credencial. Esta credencial puede ser física o digital”.
Así es como, una vez emitida la credencial, puede ser utilizada en cualquiera de los puntos de identificación definidos, ya sean en totems, tablets u otros. En estos lugares se podrá desencriptar la información almacenada de manera correcta: Bio-Barcode lee la credencial (física o digital) escaneando la imagen o por NFC, se verifica la firma electrónica y se desencripta, y se verifica la identidad del portador a través de la biometría facial, ya sea de un video o selfie en el momento.