Qué podemos esperar (y qué no) de las herramientas de IA generativa | NTT DATA

lu., 05 junio 2023

Qué podemos esperar (y qué no) de las herramientas de IA generativa

En noviembre pasado, ChatGPT produjo un nuevo punto de inflexión en la historia: esta inteligencia artificial generativa mostró a un público masivo lo que es capaz de hacer y dejó la sensación de que más temprano o más tarde todo lo que hagamos va a estar impactado por esta tecnología.

Ante semejante novedad, las reacciones fueron diversas. En un extremo se encuentran las personas que creen que se trata de un elemento mágico que va a resolver todos los problemas. En el otro, se ubican quienes consideran que el cambio no va a ser tan importante, algo que suena tan ilógico como haber negado hace veinticinco años el poder transformador de internet. La realidad parece, como siempre, encontrar su propio balance: ni la IA va a dominar el mundo ni va a convertirse en una moda pasajera.

En efecto, más allá de los matices, va quedando cada vez más claro que la forma en que trabajamos, nos comunicamos, estudiamos, nos entretenemos y llevamos nuestro día a día tiende a cambiar. Por eso, es importante preguntarse cómo debemos reaccionar en lo inmediato y cómo planificar al mediano y el largo plazo.

La primera medida es conocer la tecnología: capacitarse, entender sus alcances y sus limitaciones y generar expectativas razonables respecto de lo que puede hacer y lo que no. Hacernos todas estas preguntas es sano para desmitificar este momento de incertidumbres y prepararnos mejor para lo que viene. Los líderes de las organizaciones deben velar para que todos y cada uno de los miembros de sus equipos reciban la formación adecuada.
 
La importancia de la perspectiva humana

Respecto del mediano y el largo plazo, en principio debemos asumir que una parte importante de las actividades que hoy desarrollamos de manera manual serán automatizables y otra parte seguirá siendo realizada por humanos, pero con el soporte y la participación de la IA, que comenzará a conformarse como parte del equipo.

Eso nos lleva a repensar el valor agregado humano que aportamos a cada una de las actividades que hacemos: entender problemas, desarrollar empatía, moderar cuestiones éticas y de responsabilidad, imaginar soluciones. Por ejemplo, Los modelos de lenguaje no tienen la capacidad autónoma de tomar decisiones éticas o morales ni tampoco garantizan, por el momento, la veracidad y la precisión al 100% de las respuestas que generan. La perspectiva humana continúa siendo indispensable. 

Por otra parte, la IA generativa no debe ser vista como una tecnología aislada: tenderá a embeberse en todos los procesos, en todas las funciones, en todas las herramientas. En el mundo de las organizaciones, las opciones terminarán simplificándose en dos: aquellas que serán capaces de capitalizar su inabarcable potencial y aquellas que, por no hacerlo, quedarán inexorablemente fuera del mercado.

El impacto de la inteligencia artificial generativa en todos los órdenes de la vida va a ser gigantesco. Y tenemos la responsabilidad de llegar bien preparados al día en el que eso ocurra.
 

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