La nube es el futuro de la banca | NTT DATA

lu., 29 junio 2020

La nube es el futuro de la banca

Pero llegar no es fácil

La banca está evolucionando hacia la nube porque tiene que hacerlo. Las entidades financieras cuentan con entornos de TI extremadamente complejos, una gran cantidad de sistemas heredados y se están viendo superados por nuevos competidores en forma de bancos nativos digitales.

La nube promete muchas ventajas: el fin de los altos niveles de inversión de capital, mayor agilidad en el desarrollo de nuevos productos y servicios, un tiempo de comercialización más rápido, acceso potencial a los mercados globales y costes fijos bajos.

Suena bien, pero la realidad es más ambigua.

  • La transición a la nube supone un proyecto de cambio costoso y disruptivo. Se requiere una alta inversión en tiempo y dinero.
  • Los beneficios en costes del paso a la nube son reales, pero no se materializan del todo hasta que se haya completado la migración.
  • Hasta entonces, los costes serán en realidad más altos, ya que en el proceso hay que mantener la infraestructura heredada hasta que se pueda desconectar.
  • A lo largo del proceso de cambio hay que gestionar una integración fluida entre los procesos heredados y los nuevos construidos en la nube, todo ello teniendo en cuenta los requisitos normativos.

Es un camino difícil, sin duda, aunque las organizaciones financieras tienen que afrontarlo, les guste o no. El desafío principal que puede surgir está relacionado con la situación con la que se encuentren las entidades una vez que hayan realizado este complejo proceso. Podría darse que estos nuevos competidores nativos digitales «nacidos en la web» estén todavía más adelantados que antes, con una brecha difícil de salvar.

¿Qué hacer entonces? Lo iremos viendo. En esta primera entrada del blog echaremos un vistazo a las ventajas principales que encontrarán los bancos en su transición a la nube y a los retos que deben afrontar.

Desbloquear los beneficios

El paso a la nube con éxito ofrece cuatro beneficios principales a los bancos.

  • Escalabilidad, que permite seguir el ritmo de la demanda fluctuante sin tener carencias o activos infrautilizados. Los proyectos pueden lanzarse más o menos a la vez y el pago por uso mantiene los costes en línea con la demanda.
  • Reducción de costes, porque la nube pública es una plataforma compartida, mantenida al nivel de las mejores prácticas por el proveedor. Las inversiones en TI se reducirán casi a cero, y los costes fijos también.
  • La agilidad aumentará de inmediato, ya que los proyectos necesitarán plazos mucho más cortos, lo que permitirá a los bancos probar los mercados y cambiar de dirección a gran velocidad.
  • La innovación será mucho más fácil. La nube permite crear espacios virtuales colaborativos de trabajo, donde los otros partners del ecosistema pueden desarrollar y hacer pruebas en entornos cercanos a la producción, reduciendo el riesgo y acelerando el tiempo de comercialización.

Todo el mundo quiere las ventajas, pero la realidad es un poco más complicada y tiene más matices de lo que puede parecer a primera vista.

Afrontar los retos

El paso a la nube conlleva retos, además de beneficios, y ningún banco puede obtener una ventaja competitiva hasta que los retos se afronten y se superen con éxito.

  • Evolución de las aplicaciones. Los bancos necesitan un desarrollo ágil de las aplicaciones para beneficiarse de la agilidad de las TI. Necesitan rediseñar los procesos y crear una nueva arquitectura de aplicaciones optimizada para la nube, lo que supone un gran reto.
  • Hacer realidad el ahorro. Los costes suelen ser más elevados durante la transformación porque los bancos tienen que mantener la infraestructura heredada existente y, al mismo tiempo, invertir en el cambio. Los beneficios de los costes comienzan a apreciarse cuando se retiran los sistemas legados.
  • Gobernanza. Los bancos necesitan nuevos métodos de seguridad y cumplimiento, una vez que los datos, los activos y las aplicaciones ya no están alojados en sus propias instalaciones. Esto significa aplicar nuevos sistemas para cubrir todo, desde la interoperabilidad hasta el control de los datos, el cumplimiento de la normativa y la supervisión de múltiples proveedores de nube.
  • Complejidad. Durante la transformación, los sistemas de los bancos deben gestionar los sistemas legados, a la vez que se interconectan con las operaciones basadas en la nube, mapeando los puntos de conectividad y las debilidades potenciales, examinando e informando en tiempo real, sin interrupción.

Los bancos necesitan una hoja de ruta hacia la nube y, sobre todo, necesitan un método probado para mantener los costes bajos y monetizar los beneficios rápidamente. Tenemos que hacer que la transición a esos nuevos entornos en la nube sea lo menos dolorosa posible, eliminando los riesgos por el camino y buscando formas de obtener beneficios financieros mucho antes de que la migración esté completa.

En nuestro próximo blog, exploraremos algunas de las formas en las que podemos ayudar a los bancos a acelerar el cambio y utilizar productos y componentes estandarizados para monetizar la nube de forma rápida.